En la última jornada de LaLiga, Granada, Cádiz y Mallorca se jugaban la vida. Los baleares ganaron en Pamplona, el Granada no pasó del empate en casa ante el Espanyol y el Cádiz logró el milagro en Vitoria.
El Cádiz y el Mallorca hicieron los deberes y ganaron a domicilio para seguir en Primera. El Granada, por su parte, el único que se jugaba la vida en casa ante su afición, no logró deshacer la igualdad a cero y pagó el precio más caro.
Jorge Molina tuvo el gol de la victoria en la segunda parte, pero desde los once metros falló el lanzamiento. Una oportunidad que sería clave para el futuro del equipo nazarí, que jugará en la categoría de plata la próxima temporada.