En estos momentos, la competición de Primera División española está en un momento muy emocionante. Tras unos inicios muy igualados, parece que el Real Madrid ha comenzado a desmarcarse de sus principales competidores, aunque el Barcelona y el Girona todavía le siguen de cerca.
LaLiga, pues, se ha convertido en una de las competiciones futbolísticas más exigentes y, por ese mismo motivo, los jugadores de los principales clubes requieren una preparación de carácter multidisciplinar para poder dar todo de sí. Eso significa que se tiene en cuenta el entrenamiento constante y el desarrollo físico, pero también la alimentación.
Como era de esperar, la preparación física de los jugadores es un aspecto clave a la hora de afrontar una competición de estas características, motivo por el que el entrenamiento no cesa en ningún momento. El trabajo de gimnasio suele ser fundamental a la hora de fortalecer articulaciones y músculos y permite, posteriormente, realizar todo el esfuerzo necesario. El trabajo en el campo de juego, por otra parte, suele ser la más conocida por los aficionados. Y es que aquí se trabajan diferentes aspectos relacionados con el juego en sí.
Es habitual que la gente se pregunte en qué consiste la dieta de un futbolista profesional. Hay que tener en cuenta, no obstante, que lo fundamental de esta es que debe contener los nutrientes necesarios para el desempeño de una actividad tan dura. Así, es importante la ingesta de vegetales y frutas, ya que esto ayudará fortalecer el sistema inmune y a producir energía. Los alimentos con almidón, como el arroz o las patatas, también proveerán un extra de energía.
Por otro lado, las proteínas son un elemento indispensable en la alimentación de un deportista de élite. Estos son uno de los macronutrientes que no pueden faltar en su día a día y que contribuirán a la síntesis muscular, un proceso estrictamente necesario para un futbolista.
La alimentación variada y equilibrada siempre debe ser la fórmula a seguir para obtener los nutrientes más necesarios. No obstante, cuando las exigencias son mayores de las habituales, el consumo de suplementos puede resultar de gran ayuda. En estos casos, lo aconsejable es acudir a una tienda de nutrición deportiva de confianza, ya que allí encontraremos productos de calidad y confiables. Además, esto permitirá adaptar la dieta a cada momento de la competición.
La posición del propio jugador, claro está, será un elemento diferenciador que definirá parte de la preparación que deba recibir. Así, durante las tardes será el momento en el que se repasen los aspectos más relacionados con la estrategia del equipo y con el papel de cada jugador en el campo. No obstante, también suele ser el momento en el que se pone más hincapié en el entrenamiento físico de intensidad.
Por último, hay que tener en cuenta el descanso. Se estima que un jugador profesional llega a entrenar unas cinco horas diarias y duerme unas 10 horas. Estas horas de descanso, al fin y al cabo, son cuando los músculos van a recuperarse del esfuerzo, pero también cuando crecerán y se fortalecerán. De este modo, podemos comprobar cómo la suma de entrenamiento, alimentación y descanso constituye la tríada que les permite destacar en el campo, rendir al máximo y evitar sufrir lesiones.