La guerra psicológica de Mourinho ha hecho efecto y Karim Benzema ha aparecido cuando más le necesitaban los merengues. El francés ha sabido sobreponerse a la multitud de críticas recibidas y con un gol ha salvado la piel del Real Madrid en la visita del Mallorca en el Bernabéu. Los blancos no han hecho una buena primera mitad y han sufrido más de la cuenta ante el sólido equipo balear.
Mourinho es un gran motivador. El portugués ha cuestionado muy hábilmente la calidad y la actitud de Benzema a lo largo de la semana previa al partido de este domingo y el francés ha respondido a la presión generada con el gol del triunfo del Madrid ante el Mallorca. A los blancos les sigue costando muchísimo sacar adelante los partidos pero una vez más su espíritu indomable ha acabado dando la razón a Josep Guardiola.
Con Granero y Gago en el once titular, el Madrid ha sido un equipo estático y pesado durante toda la primera mitad. Los cambios ordenados por Mourinho en el once titular han sido nefastos y los locales, poco creativos, han evidenciado una falta de fluidez preocupante. Los jugadores madridistas parecían notar en exceso el cansancio físico y, a diferencia de otras veces, Cristiano Ronaldo ha pasado desapercibido y Kaká no ha generado juego desde la media punta.
En este contexto, el Madrid ha sido inoperante en ataque, con el Mallorca esperando detrás sin pasar apuros. Laudrup confiaba en el contragolpe y en el minuto 12 Nsue ha protagonizado uno que ha acabado con un remate rechazado por el palo derecho de la portería de Casillas. El susto no ha espabilado al equipo de Mourinho y el Mallorca, trabajando bien en defensa, no ha tenido problemas para mantener a raya el ataque madridista.
Vista la situación preocupante, Mourinho dio entrada a Xabi Alonso y Özil en medio del campo. El cambio ha oxigenado el juego de los locales y el Madrid ha ofrecido entonces una versión más atrevida. Poco efectiva y poco lúcida pero, por lo menos, más atrevida y dinámica. Esto no ha evitado que Casillas volviera a salvar el gol visitante en un buen remate de Webó pero ha sido sólo un espejismo. El Madrid aumentaba su presión y el Mallorca sufría.
En uno de estos ataques estáticos, Benzema ha recibido en la frontal del área balear, ha fintado Ramis y ha chutado lejos del alcance de Aouate para anotar el 1-0 en el minuto 60. El Madrid se ha envalentonado y a partir de ese momento ha tenido el partido controlado. El único reproche que se le puede hacer al conjunto de Mourinho es que no ha sabido cerrar el enfrentamiento, alimentando así la esperanza de un buen Mallorca. Sea como sea, el 1-0 es inalterable y el Madrid puede respirar tranquilo hasta la próxima jornada.