El Real Madrid era segundo en el momento en el que se suspendieron las competiciones debido a la pandemia de coronavirus. Tenía la complicada tarea de remontar al Barça si quería levantar el título de LaLiga y lo hizo.
El conjunto madridista vino más fuerte, concentrado y visiblemente mejor preparado físicamente. El éxito es incuestionablemente resultado del trabajo de Zidane, pero también de Gregory Dupont, Javier Mallo, Hamidou Msaidie, Roberto Vázquez y José Parrales, equipo de preparadores físicos.
El Real Madrid no estaba fino a final de marzo y perdió su último partido antes de la suspensión del fútbol ante el Betis. Era tiempo de cambiar la dinámica del equipo y, principalmente, de recuperar físicamente a varios jugadores.
Dupont, que hace dos años conquistó con Francia el Mundial de Rusia, cogió las riendas de la preparación física de los jugadores durante la cuarentena. El preparador físico belga preparó los planes vía telemática con varios entrenamientos exigentes para mantener la forma en casa.
El trabajo de Dupont fue alabado por los futbolistas blancos ya que la gran mayoría de los jugadores llegó en un estado físico excelente y eso se notó en el césped.
Durante los 28 días previos a la reanudación de LaLiga, Dupont y sus ayudantes realizaron una “pretemporada” antes de enfrentarse al Eibar en el primer partido de la vuelta del fútbol.
El equipo de preparación física combinó trabajo físico y con el balón durante 24 sesiones de trabajo antes del regreso oficial.
A partir 1 de junio, Zidane pudo trabajar con los jugadores juntos, que llegaron con potencia, velocidad y resistencia suficientes para ejecutar los planes tácticos de Zidane. Un trabajo previo clave para el éxito ‘postcoronavirus’ del Real Madrid.